mano. Quiero que tenga manchas de tinta en los lugares donde no sabía la palabra adecuada para tocarte el corazón. Que tenga partes tachadas y borroneadas todas las veces que me arrepentía de escribirte inútilmente y cuando retomaba con inconsciencia enfermiza. Que tenga errores ortográficos y de redacción porque lo que dice mi corazón suele no respetar ninguna norma.
Ese será mi ataque, el día menos esperado estará ahí, justo detrás de la puerta acechándote.
La vas a levantar sorprendida; cuando leas el remitente las pulsaciones se aceleraran o al menos eso espero. La abrirás con cuidado, pensando en que nunca creíste recibir una carta, menos aún en nuestra época. Conforme avance la lectura, vas a apretar el sobre mas y más con la otra mano, como si él fuera el culpable de mis sentimientos. Vas a pensar que no, que porque, que como sí en tanto tiempo nunca...
Te vas a enojar, a poner triste, a odiarme, incluso hasta tal vez llores, aunque nunca quise lograr esto con mi carta.
Nuevamente estarás seria, intentando buscarle la lógica a las cosas; no gastes tu tiempo, incluso yo no la encontré...
Esa noche te acostaras tarde, y un largo rato hasta que el sueño te lleve con él, pensaras nuevamente en mi y te dormirás con el ceño fruncido.
Aquí estoy yo, sentado en el banco donde la carta asesina te citó, esperando a que en la próxima media hora suceda lo que hace una hora que debería haber sucedido y que, sin embargo, no sucederá nunca.
Estoy fumando un cigarrillo demás, mirando la gente que pasa sin verme y entendiendo al fin que nuestra historia solo fue mi historia.
Texto: Nico G.V
Ph: Mar
Pueden encontrar éste y otros textos de él en el siguiente sitio:
http://palabraspropias.blogspot.com
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